El Parlamento Europeo y el Consejo aprobaron el 13 de junio de 2024 el Reglamento de Inteligencia Artificial, con el objetivo de mejorar el funcionamiento del mercado interior mediante el establecimiento de un marco jurídico uniforme, en particular para el desarrollo, la introducción en el mercado, la puesta en servicio y la utilización de sistemas de inteligencia artificial en la Unión Europea. Ello con el fin de promover la adopción de una inteligencia artificial (IA) centrada en el ser humano y fiable, garantizando al mismo tiempo un elevado nivel de protección de la salud, la seguridad y los derechos fundamentales, así como brindar apoyo a la innovación.

El Reglamento entró en vigor el 1 de agosto de 2024 y será aplicable a partir del 2 de agosto de 2026 (si bien, con excepciones que serán aplicables de manera progresiva antes y después de dicha fecha).

Como elementos a destacar del Reglamento, merecen especial mención los siguientes:

  • Se prohíben ciertos usos de la IA por considerarse de riesgo inaceptable.
  • Determinados sistemas de IA se clasifican como de alto riesgo y se establecen exigentes requisitos para los mismos, así como obligaciones para los participantes en la cadena de valor, incluidas las empresas que utilicen sistemas de IA.
  • Se regula la introducción en el mercado de modelos de IA de uso general.
  • Se imponen obligaciones de transparencia en relación con determinados sistemas de IA, particularmente los destinados a interactuar con personas físicas y a la generación de contenidos.
  • Se prevé un sistema institucional de gobernanza y supervisión, así como sanciones elevadas por la infracción del Reglamento.

Finalmente, si bien es cierto que, con algunas excepciones, el Reglamento será aplicable a partir del 2 de agosto de 2026, la Comisión Europea ya ha lanzado el proyecto PACTO I.A. Este proyecto tiene como objetivo principal buscar el compromiso voluntario del sector para anticiparse al Reglamento de IA y empezar a aplicar sus requisitos antes de la fecha legal de aplicación.